domingo, 9 de marzo de 2008

olor de zapatillas

Domingo 14:00.
Protocolo:
Miro por la ventana. Nubes altas, tiempo gris.
Miro la temperatura 11.8 grados. Muy buen tiempo para estos parajes tan al norte. Mucho calor para ser 9 de Marzo. (Y luego hay quien dice que el cambio climático es un mito).
La decisión esta tomada, voy a hacerlo. Me voy a correr un poco, mejor dicho, voy a trotar un poco.
Subo al domitorio. Abro el cajón olvidado, ese donde guardo la ropa de deporte. Todo esta allí mas o menos bien dobladito. Casi me sorprende no encontrar telarañas y polillas.

Me pongo unas mallas, esas que llegan justo por debajo de las rodillas y dejan las pantorrillas al aire; una camiseta de manga larga fina, de esas que evacúan la transpiración fácilmente; una chaquetita fina de las que cortan el viento pero transpiran; y termino poniéndome los calcetines cortitos. Voy un poco mas abrigado de lo normal, pero ya se sabe, cuando uno creció en el sur estos aires de aquí siempre parecen siempre fríos.

Bajo a la cochera, y busco las dichosas zapatillas. Hace fresco aquí. Las encuentro en un instante. Nadie las ha movido de de sitio.
Bingo ! Aquí si que hay una araña pasando el invierno placidamente dentro de una de las zapatillas. No se como puede aguantar el dichoso bichito! Meses hace desde la ultima vez que las calcé pero siguen teniendo ese olorcito tan característico que uno reconoce enseguida.
Si. Son las mías. Un olor inconfundible. Esta vez tienen un matiz como tirando a rancio. Seguro que son los meses sin calzarlas.

Cojo el coche y conduzco los cinco minutos necesarios hasta llegar al bosque.Como era de esperar esta lleno de paseantes de domingo.

Bebo un trago de agua. Ahh! La botella debe de llevar lustros en el coche porque el agua sabe a viejo. A ver si ahora me va a dar una cagalera (no seria la primera vez) por beber agua de dudosa calidad. Bueno, tampoco seria tan grave. En el bosque siempre se puede encontrar un rincón detrás de un árbol. Además, una buena a diarrea es siempre un método eficaz para perder peso. Un poco drástico pero eficaz como pocos.
Me pregunto cuando y como voy a perder los 8 o 10 kilos de más?

Ya no puedo echarme atrás. Un paso, dos, tres, cuatro ... Ya estoy corriendo.
Zancadas cortas. El cuerpo no da para más.
Los primeros pasos me siento ligero. Corro.
La sensación no dura mucho. Empiezo a sentir que la realidad me atrapa por momentos.
- A donde vas Gustavo? Echa el freno o en dos minutos vas a escupir los pulmones, el corazón y lo demás.
Bajo el ritmo. Corro.
Todavía
no. Vuelvo a bajarlo un poco más. Troto.

Llevo ya unos pocos minutos. Parece que he encontrado el ritmo. Si si si !
Este es mi ritmo ... el de los caracoles artríticos.
Intento hacer escabullir mi mente observando este rincón de paraíso. Tengo suerte de poder correr en un sitio tan bonito. Hallas, robles, fresnos, algún que otro abeto.
Oigo el ruido del agua. Me acerco al río.
Sigo arrastrando las piernas. El corazón y los pulmones siguen en su sitio. Ya no los tengo en la boca.

Veinte minutos han pasado. Me acerco al punto de partida.
Un punto de dolor en la rodilla derecha me avisa. No habrá segunda vuelta.
No me desespero. Se que es normal después de tantos meses.
Me digo que el próximo día daré dos vueltas.
Se acabó lo que se daba.

Vuelvo a casa relativamente contento. Una veintena de minutos de carrera para un caracol artritico que hace algunos meses pasaba por un triathleta modesto, modestillo ... no es para tirar cohetes pero es mejor que nada.

Me hago el propósito de volver a nadar y pedalear, y para julio uno de mis queridos triathlones. Dentro de mi queda la duda. Me digo ... adelante !!
No me fío de mi.

Aunque hoy haya sido una decepción, me digo:
-Coño ! Algún día tienes que empezar. Y para de quejarte !

Ahí queda eso.

p.s. Gracias a Jesús Lens, sin su post (ESCRIBIR, CORRER, SOÑAR) seguramente me hubiera quedado en el sillón de casa.

jueves, 6 de marzo de 2008

La nota lo dice todo ...

Los lectores, esos seres que amamos los libros y aveces entramos en trance cuando ponemos los pies en una buena librería, nos podemos clasificar en dos grupos bien distintos.
El primer grupo es el de los cuando leen un libro lo tratan con tanto respeto que su lectura no deja huella en en carne y los huesos del libro, hablo de esos lectores que nunca, bajo ningún concepto van a violar las paginas impresas o la cubierta de un libro. Los que se resisten a profanar el objeto preciado con notas, subrayados, hojas plegadas y demás marcas más o menos profundas que el espectador puede dejar en el objeto (que no la obra) que tiene en su mano. Nada traicionará el paso de un libro por las manos de un lector de este tipo.

Ahora es fácil de imaginar cual es el segundo grupo.
Es evidente que si tu anotas, subrayas, pliegas las esquinas de las paginas de los libros que lees, inexorablemente caes en este otro grupo. El grupo de los que tienen la osadía de dejar la marca de su paso en el libro. Esos lectores que son capaces de profanar y, como alguno del otro grupo podría decir, violar ese preciado objeto que es el libro.

Mi vida de lector la empecé en el primer grupo. Tengo pruebas. Basta con abrir las cajas de libros infantiles que deben de estar en casa de mis padres. Allí se apilan los libros que yo y mi hermano leíamos en nuestra infancia y adolescencia. Seguro que si alguno tiene alguna marca es muy probablemente la marca del tiempo o la de un accidente. Dos avatares a los que todos, libros y lectores nos exponemos un día y el otro también.
Estoy casi seguro que mi querido hermano, el príncipe del orden y la limpieza, es uno de los máximos exponentes de este grupo.

Con el tiempo estoy evolucionando poco a poco. Empecé escribiendo en la primera pagina de cada libro que leía (solo si es mio ... así que no os asustéis si me prestáis un libro vuestro) la fecha en el que lo acababa de leer. Después fui
añadiendo progresivamente el subrayado de algunas frases que amaba y que no quería olvidar para siempre, la fecha en que comencé a leer el libro, y finalmente empecé a escribir algunas palabras al principio en las que 'evaluaba' el libro desde mi punto de vista personal diciendo básicamente si me gustaba o no me gustaba y añadía algún que otro adjetivo al libro casi siempre demasiado categórico.
Para mi esas notas son algo fundamental en mi la relación con los libros.

Hace unos minutos he acabado de leer
Une trop bruyante solitude de Bohumil Hrabal


Es un libro muy extraño. Puedo decir que es la historia de un anciano que ama los libros hasta la muerte. En su vida no hay mas que libros. Y que, me aventuraría a decir, es quizás el máximo exponente de los lectores del grupo de los son capaces de profanar los libros. Su vida es leer y destruir libros.

Aquí copio las lineas que he escrito en sus primeras paginas y, como no podia ser de otra forma, son demasiado categóricas. La nota lo dice todo de mi relación personal con este libro. Me siento obligado a decir que la ultima linea es una advertencia para mi (para no hacerlo dos veces).

03-03-2008
06-03-2008
Curioso, depresivo, negativo, triste, pesimista, perdido.
Añade tristeza y melancolía al lector.

No lo leas.

The golden compass

Este ha sido el primero que he acabado de los tres libros que mencioné en mi ultima entrada.
Es el primero de la trilogía His dark materials. Aunque este libro se conoce como con el titulo The golden compass parece ser que el titulo original era Northern lights.

Que decir de un libro archiconocido por la película del mismo titulo que recaudo un buen puñado de millones de dolares las pasadas navidades?

Lo primero es que había oído vagamente hablar de este libro hace algunos años pero nunca le hice caso. Después de haber visto la peli en el cine me dije:
Por que no lo lees? Tiene que ser ligerito y ameno. A ti que te gusta la literatura fantástica te puede gustar.

Pues dicho y hecho. Lo acabe ayer y la verdad es que me lo he pasado bien.
No es que sea una obra maestra pero divierte. Tiene emoción y me gusta. Se pasa un buen rato con el.

Ya he empezado con el segundo volumen The Subtle Knife

lunes, 3 de marzo de 2008

Ahora leemos ....

Un poco de filosofia o casi: 
Une trop bruyante solitude de Bohumil Hrabal

Un ensasayo(?)
The black swan, the impact of the highly improvable of Nassim Nicholas Taleb

Y mucha fantasia: 
The golden compass of Philip Pullman

domingo, 2 de marzo de 2008

Por que me comí a mi padre

La verdad es que el libro que he terminado hoy es bastante interesante y ameno, pero sobre todas las cosas original y divertido. Vamos, que te mueres de risa leyendo las aventuras de una familia de hombres prehistóricos, o mejor dicho de homínidos.

Este libro es un híbrido entre una novela cómica y un libro bien documentado de antropología. Es lo uno y lo otro. Además, cuando lo lees ves el reflejo cómico de nuestra sociedad de hoy en una sociedad imaginaria de hace unos cuantos millones de años. Vemos unos caracteres muy marcados, con unos rasgos de personalidad exagerados que nos hacen reír y nos hacen pensar que quizás hemos evolucionado solo un poquito.

El personaje del tío Vania es fantástico y merece una mención especial. Yo lo adoro. Los momentos en que aparece en la historia son de antología. Siempre tiene el mismo discurso, la misma cara e hipocresia que podemos ver en muchos personajes publico-políticos de hoy y siempre nos hace reír. Pero siempre lo hace de una manera tan cómica que nos hace disfrutar enormemente.

El original ingles se titula "Evolution man" aunque la primera vez fue publicado en 1960 bajo el titulo "What we dit to father" que viene a ser algo así como "Lo que hicimos a nuestro padre". Yo he leído la traducción francesa titulada "Pourquoi j'ai mange mon père" o sea "Porque me he comido a mi padre".

He buscado una traducción al español pero no la he encontrado. Es una pena porque me parece un libro interesante y me gustaría recomendarlo algunos amigos que solo leen en español. Si alguien conoce una traducción ...
Además es muy cortito, solo unas ciento veinte paginas que no dan para mucho tiempo sin que nunca llegues a aburrirte.

Querido lector Homo Sapiens, este libro te hace sentir menos sapiens de lo que tu te crees.

Una vieja aficion ...

Hace ya muchos años que no hacia algo que me gusta. Parece que empiezo a despertarme de un largo letargo. Tenia una idea que me rondaba la cabeza desde hacia algunos días así que hace una semana, el domingo pasado me senté en casa y me puse a concretizarla.
La idea poco a poco se fue precisando. El primer boceto fue esto:

Reconozco que es un poco negro. Ultimamente me siento un poco así. Paso un periodo relativamente negro dentro de mi vida de ensueño.
Pasaron unos cuantos días y el jueves me puse en frente del lienzo y salio esto ...



La verdad es que la idea inicial es un poco mas negra que el resultado final. Esto se puede ver en un detalle importante. Quier decir que en el boceto aparece la silueta de un personaje en una ventana gritando con los brazos al cielo. Al final decidí quitarlo. No me convencía.
Me gusta bastante, tiene un aire de comic bastante interesante.

Disfruté mucho cuando lo hacia. Me gustó mucho recordar esas sensaciones que, después de unos cuantos años en le dique seco, casi había olvidado ... el placer de tener un pincel en la mano y dar forma a las ideas.

Yo siempre he pintado cuadros con mucho color y mucha vida. Es la primera vez que pinto algo tan negro. Pero es que estoy pasando por un periodo un poco difícil, así que no me extraña que me salgan ideas tan negras. Solo espero que este periodo pase rápido y se me olvide ... aunque ahí queda este cuadro para recordármelo.