Esta entrada es un complemento a Compartiendo historia - Leyendo para ...
Hace ya años que comencé a leer en voz alta. Todo empezó cuando mi mujer y yo (no recuerdo si ya estábamos casados) queríamos leer el mismo libro. Creo que fue La piel del tambor de Arturo Pérez Reverte.
Un libro de intriga muy ameno. Discutiendo entre risas llegamos al acuerdo de que uno leía en voz alta y el otro escuchaba. Enseguida nos dimos cuenta que disfrutábamos más que leyendo cada uno por su lado. Aunque esto ne se puede aplicar a toda clase de libros, compartíamos la intriga como una especie de complicidad que iba muchísimo más lejos del típico intercambio de comentarios - ¿a ti que te parece tal o tal parte? - o bien - me encanta (o me disgusta) esta otra.
Leer a cuatro manos es fantástico porque la emoción, la duda, el miedo y todo lo demás lo vives al mismo tiempo y junto a alguien que quieres. Cuando te cansas de leer o se te cansan los ojos, le pasas el libro a la otra persona y te pones a escuchar.
Tiene también sus pegas, necesitas a otra(s) personas para poder jugar el juego (y eso es lo que deseo a todo el mundo ... tener alguien al lado) y a veces te puedes encontrar con ganas irresistibles de continuar la historia pero te tienes que aguantar porque el compañero/a de lectura no esta disponible, claro está que leer otros libros en paralelo es necesario para evitar el ´bloqueo´.
Una buena elección del libro para leer a dos o más voces es fundamental. Leer la Crítica de la razón pura a varias voces me parece un poco durillo (... a una voz también ...).
Una excelente elección para empezar seria el genial Manolito Gafotas cortito y divertido. Estoy seguro que acabas intercambiando lágrimas de risa como a mi me pasó hace unos meses (por cierto que el libro es para adultos aunque lo vendan en la sección infantil).
¿A ver quien se atreve?
Hace ya años que comencé a leer en voz alta. Todo empezó cuando mi mujer y yo (no recuerdo si ya estábamos casados) queríamos leer el mismo libro. Creo que fue La piel del tambor de Arturo Pérez Reverte.

Un libro de intriga muy ameno. Discutiendo entre risas llegamos al acuerdo de que uno leía en voz alta y el otro escuchaba. Enseguida nos dimos cuenta que disfrutábamos más que leyendo cada uno por su lado. Aunque esto ne se puede aplicar a toda clase de libros, compartíamos la intriga como una especie de complicidad que iba muchísimo más lejos del típico intercambio de comentarios - ¿a ti que te parece tal o tal parte? - o bien - me encanta (o me disgusta) esta otra.
Leer a cuatro manos es fantástico porque la emoción, la duda, el miedo y todo lo demás lo vives al mismo tiempo y junto a alguien que quieres. Cuando te cansas de leer o se te cansan los ojos, le pasas el libro a la otra persona y te pones a escuchar.
Tiene también sus pegas, necesitas a otra(s) personas para poder jugar el juego (y eso es lo que deseo a todo el mundo ... tener alguien al lado) y a veces te puedes encontrar con ganas irresistibles de continuar la historia pero te tienes que aguantar porque el compañero/a de lectura no esta disponible, claro está que leer otros libros en paralelo es necesario para evitar el ´bloqueo´.

Una excelente elección para empezar seria el genial Manolito Gafotas cortito y divertido. Estoy seguro que acabas intercambiando lágrimas de risa como a mi me pasó hace unos meses (por cierto que el libro es para adultos aunque lo vendan en la sección infantil).
¿A ver quien se atreve?